Elaborado por: Mayuri Cruz
“Para ser un abogado de corazón se necesita la pasión”, este es el principal aspecto para lograr el éxito como abogado, es decir siempre que este la pasión y la vocación en lo que haces, demostraras a tus clientes y a las personas del medio que lo haces de corazón porque te nace, vives y sientes la abogacía que corre por tus venas.
Alegatos históricos y sin mucho peso, pero efectivos: hacen lograr lo que te propones. Redactar un escrito, alegar la causa y hacer lo imposible por conseguir su objetivo usando todo lo que este a su alcance.
Es muy cierto decir, que sabemos que todos los individuos tienen derecho a una defensa y esta es gratuita por el Estado, pero decir que los detenidos prefieren que los defienda yo, porque los defiendo con fuerzas, ganas y corazón, te hace sentir el mejor abogado.
Cualquier argumento es válido, siempre y cuando no suene amenazante para el jurado, ni se salga del parámetro del tema para defender a tu cliente, ten presente que mientras más atractiva la historia, coherente y vinculada a la teoría del caso es mejor a la hora de la valoración del jurado.
No puedo dejar de mencionar un documental que me leí hace algunos años sobre la llamada mejor abogada de los delincuentes en Chile, ésta defiende a cualquier cantidad de narcotraficantes de ese país, los involucrados en los casos más sonados y ésta con su habilidad y astucia si no logra sacarlos en acto de audiencia, es casi seguro que los saque por medio de una fianza, resulta increíble pero es muy cierto, ella sabe lo que da y sus colegas abogados por los pasillos la señalan, pero a ella eso no le importa, dice “No me siento mal al defender delincuentes más bien los defiendo con el corazón, para que tengan una nueva oportunidad, ya queda a criterio de ellos volver a caer en prisión, para así volver a llamarme y pagarme porque saben que los sacare libre, pero eso si jamás defendería un violador esos son seres despreciables”, es sorprendente ver la manera tan clara de decir las cosas y el enfoque real que le brinda a sus clientes que no solo de palabras sino de hechos, la llaman gracias a su interés y su pasión en lo que hace “la mejor abogada de Chile”. Podemos hacer referencia a un caso particular defendido por esta abogada en el que con una interrogante logra su objetivo, en el 2009 defendió a la banda de las rubias, como se conoció a tres jóvenes rubias que hurtaban en tiendas. La abogada arranco risas alegando en esa ocasión al preguntar ¿Alguien ve las rubias en esta sala?, siendo que las chicas acusadas se habían teñido el cabello de castaño en prisión. Actuaciones como estas no solo rompen el hielo con la audiencia y los jurados, sino que de alguna manera a base de su comentario se crearía la duda o una situación aventajada al efectivamente ser acusados tres rubias y lo que había en el banquillo de los acusados eran tres castañas. Siempre es bueno crear una teoría o un comentario dentro de tu alegato que puedas utilizar a tu conveniencia para manejar al jurado.
Como personas profesionales somos consientes que la abogacía debe llevarse en el corazón, es un don tener la dicha de defender a otros, hacer respetar las leyes de tu país, velar por la justicia y ser una de las persona que colabora en la nueva oportunidad que le ofrece la vida a esa persona que lograste devolverle su libertad.
Defender los casos con el corazón es el deber de un abogado realmente comprometido con su cliente, un triunfo sabe mejor cuando lo has defendido con el corazón, como si fuera que estas luchando por tu propia libertad.
No podemos dejar de mencionar la palabra lucro, mentiríamos al decir que solo somos abogados por el sentir de la vocación, también como personas nos motiva saber que de cada caso, ya sea que logremos nuestro objetivo de sacar bien librado a nuestro cliente o ya sea que no corramos con esa suerte, igual como defensores tenemos derecho a recibir nuestra remuneración.
Si el carnicero, el panadero o el electricista no son honestos eso no es un problema. Por otro lado, como el abogado juega un rol vital en la vida de los ciudadanos, si no es honesto es una catástrofe. Por ejemplo:
Algunos meses atrás, en una tarde de domingo, mientras estaba en la oficina con la puerta cerrada, me llama una persona que había representado por años, lo mismo que a su padre antes que a él, y en una voz nerviosa me dice: “Estoy abajo, la puerta de tu oficina se encuentra cerrada pero estaba rezando que estuvieras allí. Necesito hablar contigo”. Cuando llegó me mostró varios recortes de diarios que traía de la oficina del correo de una ciudad distante. Los titulares y los artículos de primera plana contaban una historia sobre un robo a una licorería y que el dueño había sido asesinado cuando quiso defenderse, la captura por la policía, los reportes de laboratorio que acreditaban concluyentemente que aquel que disparó era el asesino, y que el asesino era su hijo. Llorando como un bebe dijo “Ayúdeme. ¿Qué puedo hacer? La libertad de esta persona va depender de nosotros de cómo afrontemos el caso y las palabras que le demos a esa persona, tampoco debemos ser de esos que diga, ese caso esta fácil, dame unos dólares para hablar con un contacto para que no se continúe con la investigación, estas son posiciones que sabemos como profesionales no son fáciles de que se den, siempre debemos ser sinceros y no jugar con la libertad de nadie. Ninguna profesión puede ser tan importante como aquella que requiere este tipo de compromiso de sus miembros.
Son situaciones reales en las que debemos estar comprometidos ya que de nuestro esfuerzo y precisión va depender la libertad de una persona, siempre por más sencillo que sea un caso debemos defenderlo con el corazón.
Los Abogados no somos desalmados. Por el contrario, como lo escribiera Don Luís Ossorio, “Somos arquitectos del alma de la gente.” En nosotros, las personas depositan la confianza en la defensa de dos de sus más preciados valores: su libertad y su patrimonio, pero sobre el cumplimiento correcto de la confianza otorgada, lamentablemente no existe ninguna etiqueta.
Los buenos Abogados, no pregonan el apropiado desarrollo de su trabajo; les basta la satisfacción del deber cumplido, que por eficaz y oportuno conforma la base de la armonía colectiva y la paz social, en toda instancia de la vida ciudadana.
Para los abogados honestos lo importante es la certeza de que somos una parte fundamental de nuestra sociedad, y que cuando actuamos como tales, hacemos honor a nuestra gran responsabilidad como elementos de estabilidad de la vida de nuestras comunidades.
“Nos llaman persuasivos por utilizar palaras extravagantes, a un lenguaje lógico, pero no es tan llamativo ese detalle como el don de sensibilidad que tiene el abogado frente al jurado al manejar su caso y exponer lemas y relatos, los cuales involucra a su cliente siempre dándole la ventaja, ya sea con experiencias que encajen con la situación del cliente y hacerle entender a los jurados la verdad que nosotros queremos que ellos vean.
Por otro lado no es lo mismo una falsa verdad que una verdad que una verdadera, hasta para mentir para favorecer a tu cliente y convencer al jurado va depender de la fuerza que lo hagas y la manera que proyectes esa verdad que tu como abogado quieres demostrar.
Nunca debemos olvidar que a nuestro cliente se le presume inocente, hasta que se le demuestre lo contrario, detalle que no es tan fácil si tú haces el trabajo como abogado, siempre dejando presente y claro la inocencia de tu cliente, por más grave que este la situación siempre debemos dejar todo con tal de hacer ver al jurado lo que nos conviene y no la imagen de lo que nos perjudica.
Es emocionante estar en los pasillos de la corte o estar en el centro penitenciario, y que las personas y los detenidos cuando te vean pasar digan “Esa abogada se entrega de corazón en los casos que defiende y siempre resultan bien librados sus clientes”, es un placer saber que no solo eres abogado para servirte a ti mismo como persona, sino que vas a colaborar en que personas tengan una nueva oportunidad y si hicieron algún mal a la sociedad cambien su vida para bien.
En la lectura de “Defienda su caso con el corazón” habla sobre la parábola de Lucas 10. 30-35, esta enseña la lesión de cómo amar al prójimo mediante la comparación y contraste de tres formas de acercarse al hombre herido y no diciéndole simplemente al abogado “ ayuda a todo aquel que lo necesite”, vemos como la historia se adapta a la realidad, ya que muchas veces así como Jesús llevo al abogado a reflexionar contándole una historia sobre la mencionada parábola, así mismo nosotros los abogados a través de historias, claro está que sin salirnos del tema y siempre manejando lo que queremos expresar, logramos captar la atención de quien nos escucha y nos servirán de alguna manera, para transmitir un mensaje de forma diferente, comprensible y fácil de recordar.
Las historias expuestas a favor del caso le funcionará bien, siempre que su defensa este construida sobre una base de hechos y razonamientos sólidos, ya que de nada vale dar a conocer una historia que no guarda relación ni lógico, ni de hechos con el caso que se está debatiendo.
Es importante que la historia a relatar sirva como prueba y se enfoque al caso en concreto, para que la historia no se salga del parámetro y el jurado no se le haga difícil identificarlo con su teoría.
Hay historias de personas, sugerencias, motivaciones, acciones, que al saber manejarlas frente a los jurados te van a funcionar porque estas utilizando una forma clara de alegar que captara la atención de quien escucha y te ayudara a hacer que sus ojos vean lo que tú le estas introduciendo en ellos.
Uno de las frases de la lectura que llamo mi atención y es una respuesta que le da el sol al viento, mientras ellos mediante un concurso se disputaban quien haría quitar un abrigo a un hombre primero entre los dos, el sol obtuvo la victoria ya que logro mediante un sol caluroso que el hombre se quitara el abrigo, el viento cuestiono al sol preguntándole como lo había logrado y el sol le respondió que lo consiguió brillando y mediante la delicadeza. A menudo vemos abogados estresados y sulfurados en el salón de audiencias, gritando en los tribunales y dentro de los juzgados, eso es irritante y poco ético, aunque dicen que cada quien tiene su forma de defender su caso, pero yo considero que nadie a dicho ni se ha comprobado que ese comportamiento influya en algo, de manera inteligente, razonable y eficaz la mayoría de las veces triunfaras.
Actuar de forma comprometida y entusiasta derrota hasta el peor contrincante porque le estarás transmitiendo tu compromiso y pasión que estas entregando en ese caso. No es necesario alterarnos, hablar con el corazón y con disciplina captan más la atención del jurado que de un letrado agresivo que con sus posiciones violentas enloquecen al jurado.
Siempre debemos tener en cuenta que el jurado es humano y podremos doblegarlos con historias de casos reales, en los cuales identifiquemos a ellos como parte para así lograr conmover sus sentimientos.
En el instante de exponer una historia debes centrarte en las personas involucradas, no en el problema en sí, debes crear un ambiente, atraer la atención del jurado y para que se fundamente debe tener un principio, un desarrollo y un final.
Al hacer una narración dramática se dará la oportunidad de atraer la atención del jurado ya que se le permitirá por medio de ésta, revivir el suceso, visualizar el problema desde su propia perspectiva y evitar que se aburra el jurado, ya que el objetivo principal en este caso sería captar el interés del jurado.
Hay abogados a los cuales he escuchado decir “como te atreves ir al Centro Penitenciario la Joya y juntarte con esos presos” “Supongo que apenas sales te das un baño de pies a cabeza para quitarte todas las bacterias que adquiriste en ese lugar”, yo simplemente respondo “son seres humanos igual que tu y que yo, solamente que necesitan de mi ayuda y mis servicios profesionales y mientras tenga vida y salud lo seguiré haciendo, porque considero que esta profesión se basa en esto defender a las personas, además no ser seres de otro planeta solo por estar detenidos”. Muchas veces no entiendo como dicen llamarse abogados, si no tienen esa sensibilidad y ese amor en defender a los demás, la abogacía es ir en busca de la libertad de quien recurre a nosotros para lograr obtenerla, luchar por la libertad a base de la justicia, es un compromiso con la sociedad y con nosotros mismos.
La vida es un derecho y el derecho es toda una vida, es primordial partir de la base de la importancia del derecho para ser buenos abogados, el abogado no vale por lo que sabe, sino por el ingenio y la capacidad de utilizar todos los conocimientos que tenga a su alrededor y a su favor.
Defender un caso de un hurto de un millón de dólares en unas tierras, como defender un caso de un narcotraficante que detuvieron con 100 kilos de cocaína, no es la misma figura lo tenemos claro, pero si nos buscan para defender debemos esforzarnos para ganar y sacar bien librados a nuestro cliente ya sea el uno o el otro, con el corazón para lograrlo.
Tenemos claro que hay diferentes clases de abogados, estamos los que nos apasiona la profesión y desde pequeños soñabas con defender causas justas, están otros tipos de abogados los cuales solos decidieron estudiar la carrera pensando en el fin de obtener buen lucro y están los otros que no saben ni como son abogados están en la carrera por decisión familiar. Este fenómeno influye en la clase de abogado que tenemos en la sociedad ya que jamás un abogado de corazón y vocación va defender con el mismo valor un caso que uno que es abogado por haber sido presionado u otro que solo quiere salir de paso solo para cobrar su pago por sus servicios.
Soy de las personas que piensa, que estamos en esta profesión para defender, triunfar y cobrar, hacer las cosas bien y con el corazón, esto es la clave del éxito.
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